Las puertas del circo se abrían en la Ciudadela de Pamplona para acoger la décima edición de La Noche del Vino que volvía al origen, al exterior. Cientos de personas asistieron para celebrar el aniversario de la fiesta más joven de los vinos de la Denominación de Origen Navarra y disfrutaron de un gran espectáculo. Una gran carpa circense albergó el evento con una ambientación que creó una experiencia única en los participantes. Las acrobacias imposibles de la companía Air Show Circus asombraba a un público atónito ante las intervenciones de equilibristas y malabaristas, con fuego, danza aérea y el broche de oro de dos bailarines que se sumergieron en una gran copa de vino. Las distintas disciplinas circenses se turnaban con la música en directo que protagonizaron cuatro grupos con brillantes actuaciones: Sterlina, The Lazy Dazy Band, el Boni e Iñaki Rodríguez Swing Quartet. Los sonidos del Pop, Rock, Country y Swing animaron a un público entregado. Mientras tanto, DJ Funk Fatale dio continuidad al extenso programa artístico que contó también con la actuación del coro de voces masculinas Gaztelu Ahotsak.

Los asistentes pudieron elegir entre más de 70 vinos blancos, rosados y tintos de 35 bodegas de la D.O. Navarra: Cirauqui, Liédena, Sada, Sarría, Inurrieta, Aguirre, Alconde, Armendáriz, Aroa, Azul y Garanza, Beramendi, Campos de Enanzo, Castillo de Enériz, Castillo de Monjardín, Emilio Valerio, Gran Feudo, Irache, Lezaun, Macaya, Malón de Echaide, Marco Real, Marqués de Montecierzo, Máximo Abete, Nekeas, Ochoa, Olimpia, Orvaláiz, Pago de Larrainzar, Piedemonte, Príncipe de Viana, San Martín, Valcarlos, Valdelares, Quaderna Vía, Tandem y Unsi.

La propuesta gastronómica corría a cargo del cocinero navarro Iñaki Andradas que ideó cuatro pinchos relacionados con las ciudades que han protagonizado las cuatro ediciones anteriores de La Noche del Vino en Pamplona: París, Nueva York, Berlín y Londres.